El reto de asegurar el éxito de una misión interim.

Autor: Francisco Garcia Rangel

Francisco es Talento Asociado de Manager in Motion. Interim manager enfocado en la transformación de procesos y ejecución de la estrategia de operaciones para agilizar y mejorar el rendimiento.

Cuando un Director General recurre a una empresa de soluciones de Interim Management para resolver un problema, nace un reto profesional conjunto Interim Manager/ Director General. El Interim Manager, un directivo altamente cualificado y experimentado para la transformación y gestión del cambio, consensuará un plan de acción con la Dirección General, y necesitará de su apoyo inequívoco para llevarlo a cabo. Sin embargo, hay ocasiones donde la concreción del término “apoyo” es el primer hito de la misión del Interim Mánager.

Todas las empresas tienen organigramas con líneas invisibles, o pequeños departamentos no oficiales, que evidentemente sólo se descubren en el momento del aterrizaje. En estos casos, y una vez dentro, el Interim Mánager recurre a su experiencia y capacidad de adaptación para encauzar la misión. Al ser esta misión un reto compartido, un ejercicio de asertividad por parte de la Dirección General acerca de cómo es su casa por dentro, constituye un gran apoyo para ambos. A veces esta información es muy sensible, de acuerdo, pero el primer interesado en que la misión sea exitosa es el Director General y éste debe ser consciente de que la transformación que viene a implementar el Interim Manager en ocasiones implica romper el statu quo.

Para que el Interim Manager pueda ayudar, el Director General se tiene que dejar ayudar ¿Cómo? Asumiendo en su modelo de gestión lo que es un Interim Manager. De este modo no sólo el reto profesional es muy motivador para ambos, sino que además los resultados buscados se aceleran. El Interim Manager es un compañero de reto profesional, y tiene unas características inherentes a su función:

  • Un Interim Mánager no es un empleado. Aunque tenga un cargo corporativo, teléfono, laptop de empresa y batch de identificación, se enfoca en aquello para lo que se le ha contratado: la misión. No tiene “salario” y no seguirá ocupando esa posición corporativa al final del periodo pactado. Si la Dirección General le encomendara tareas extras que nada tienen que ver con la misión, estaría infrautilizándolo y no le podría prestar toda la ayuda de que es capaz.

  • Un Interim Mánager es un directivo, y se debe mover por todos aquellos departamentos involucrados en su misión. Debe tener autonomía y capacidad de decisión en su área dentro del plan de acción acordado con la Dirección General, a quien reportará continuamente. Para desarrollar esta función directiva necesita ejercer un liderazgo con independencia en su área. Dar velocidad al plan acordado en el momento justo es clave para el buen desarrollo de la misión y de los plazos establecidos.

  • Un Interim Mánager es un transformador. Es una persona externa a la organización, y por tanto analiza los problemas con un punto más de objetividad. Hay ciertas decisiones que son difíciles de tomar desde dentro, pero él está ahí para fomentar la toma de decisiones. Además, el Interim Mánager definirá en la organización liderazgos alternativos a incluir en la organización para que esos cambios positivos perduren.

He oído muchas veces que en empresas familiares y Pymes, los interim managers lo tienen más difícil. No tiene por qué ser así, porque sólo depende de que la Dirección General y el Interim Manager estén alineados en el reto profesional compartido. El Interim Manager debe reconocer bien el entorno en el que se mueve el Director General, y este stakeholder clave tiene que patrocinar la implementación que realiza el Interim. Uno de los hechos diferenciales en el management de empresas familiares y pymes es la lealtad, algo que es perfectamente compatible con el trabajo Interim y su filosofía de reforzar al equipo. El Interim Mánager forma un tándem con el Director General potenciando valores como el reconocimiento a las iniciativas, contribuye a mejorar el clima laboral, protege la confidencialidad de la información y corta en seco la propagación de rumores. Desarrolla una cultura de lealtad a la organización para que perduren los cambios y que el problema que ambos están solucionando no se reproduzca. Le han llamado para fomentar el cambio, y una transformación es lo que va a aportar. Pero ese cambio supone una cierta integración del ADN del Interim Mánager en el modelo de gestión, lo que también es un reto para el Equipo Directivo.

Por tanto, el éxito dependerá en gran medida de la táctica entender- alinearse que ambos, Interim Manager y Director General, sean capaces de desplegar sobre el terreno. Con esta filosofía clara por parte de ambos, el idioma común de la eficiencia en la resolución de los problemas será el que guiará la misión a buen puerto. Establecer de antemano y comunicar claramente el para qué y el cómo de la participación de un Interim Mánager en una organización es un elemento clave del éxito de una misión. Es un gran reto y apasionante en culturas empresariales con poca experiencia en gestión por proyectos o cuando la función directiva se centra en una sola persona. En estos entornos es fundamental que el Equipo Directivo entienda que el Interim Mánager es un directivo externo que viene a implementar un cambio en la organización, y que la misión es un reto para disfrutar y para que equipo salga más preparado ante retos futuros.